¿Qué tal una despedida de solteras en un spa?

¡Amiga! ¿Cómo estás?

Yo recién vuelvo de una despedida de soltera. No, no estoy agotada, con pocas horas de sueño, ni con resaca, menos que menos tengo que “darle explicaciones” a mi marido David… ¡nada que ver!

Me invitaron a una despedida super top, la última tendencia y que me encantó para las chicas a las que los strippers las intimidan y los boliches no les gustan ¡Fuimos a un spa!

Sí, ¡como escuchás! Nada de alcohol, cotillón con forma de miembros masculinos, strip-tease, boliches o disfraz de conejitas: lo cambiamos por masajes, jacuzzi, una buena cena y chismes de mujeres. A la homenajeada le encantó y todas felicitamos a la chica que lo organizó, ¡una genia!

No digo que las otras despedidas sean aburridas, pero ésta es una opción distinta, ¿por qué todas las despedidas tienen que ser iguales?

Hay miles de motivos para evitar la despedida “alocada” o zafada: simplemente que a la novia no le gusta el tipo tradicional de despedidas, que es más tímida, que tiene motivos religiosos o que se casan siendo más grande, ya en la mitad de los treinta o cerca de los cuarenta, y siente que ya está “de vuelta” como para ir a un boliche entre chicos de 18…

En todos estos casos, una despedida tranqui, en un spa o centro estético, íntima y entre un grupito de amigas es ideal.  Se puede planificar junto con la novia, eligiendo el lugar en base a sus gustos y a los tratamientos, o de sorpresa, pidiéndole que arme un bolso y asombrándola con el lugar al que la llevaremos.

Se puede hacer en el spa de un hotel o en un centro de estética. En ambos, el beneficio no es sólo el relax, sino regalarle algún tratamiento especial que le sirva para quedar divina para su gran día.

A los masajes, tratamientos y demás se le puede sumar una cena de lujo en el hotel elegido, un mimo más que merecido entre amigas, ¿no? Rico champagne, comida deliciosa y las mejores charlas femeninas…

Y si tienen un presupuesto algo mayor, y quieren realmente sorprenderla, tómense un fin de semana completo y viajen a un centro termal o a un hotel con spa, en algún centro turístico que quede relativamente cerca ¡Una escapada entre amigas, para recordar por siempre!
Eso sí, si van a tomar esta opción, para que la novia pueda organizarse con los últimos preparativos, descarten que sea, como tradicionalmente suele ser una despedida, una o dos semanas antes de la boda, y planifiquen el viaje para un mes antes de la boda.  
Como ves, hay nuevas opciones para la despedida. Si a vos, que sos la novia, o a tu amiga, si sos quien organiza, no le copa el estilo tradicional que la mayoría elige para celebrar su última noche de soltería, no hay obligación de seguir al rebaño.
Hoy, las opciones son innumerables, te cuento ésta que a mí me encantó, porque además es una manera de ayudar a la novia a sacar el pie del acelerador, en momentos en los que va a estar estresadísima. 

¡Seguro que se los va a agradecer y que van a pasar un día inolvidable!
Besos… no te digo que me voy a descansar de la despedida, porque sería una caradura…

Juju