| La mesa  dulce es la vedette del catering.  Junto con la recepción, es la parte de la comida que los invitados más esperan y valoran, y en donde todo  el servicio, desplegado y exhibido, puede lucirse.Además, es un momento para distenderse y disfrutar de un clima más relajado,  antes de bailar con todo en el momento del cotillón. En FiestaJudía.com, te acercamos algunos consejos para que tu mesa  dulce deleite a todos.
 
    Variedad y calidad. La  calidad es esencial: buenos chocolates, excelente repostería, helado artesanal,  todo debe ser de primera, atento al  paladar de los más exigentes. La variedad es .jpg) esencial: no elijan acorde únicamente a sus gustos, seleccionen tortas y postres  bien diferentes, que darán un aspecto colorido a la mesa y opciones para  toda preferencia. 
    Incluyan frutas y postres frescos, como helados. La gente ya ha comido mucho. Los más golosos se  inclinarán por las deliciosas tortas, tal vez, pero algunos desearán algo más liviano. Las ensaladas o pinchos de frutas  son infaltables, también el helado, más aún si hace calor. Si pueden  hacerlo, consideren poner una barra de  helado artesanal, que jerarquiza la mesa dulce y será furor.  
    Acompañen con buena bebida. La primera asociación mental que hacemos al pensar en  torta es unirla al café (o al té).  No descuiden la calidad de las infusiones. Pueden consultar esta nota, donde aconsejamos sobre el rol del café en la fiesta. También continúen con los tragos,  excelentes para acompañar lo dulce.  
    Piensen en incluir opciones modernas y novedosas. Por ejemplo, la  torta de novios con muñequitos no va más: hay diseños más vanguardistas,  coloridos o modernos. Pueden incluir dulces  de colores, cupcakes, una gran cascada de chocolate (éxito asegurado). Una  moda reciente, para descontracturar, es hacer una isla de golosinas, en donde se sirvan “golosinas ochentosas”, con  todas las marcas que comíamos en el colegio.  
    No descuiden el clima. Iluminación y música deben ser  relajantes, igual que en la recepción. Por  algo, en muchos salones estos dos momentos suceden en un espacio aparte: son  situaciones muy distintas al tándem “cena-baile”, más distendidas. Elijan música suave y, si lo desean, pueden  incluir un s how de lentos o de música jazz, bossa o algo tranquilo y  elegante. No escatimen ni dejen de reparar en  detalles, ya que, como dijimos, este es un momento muy esperado. Eso sí,  tampoco porque van a ofrecer una excelente mesa dulce, pongan un postre pobre. Cada momento debe ser disfrutable para los  invitados y para ustedes.    
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