| ¿Sabías que existe una ceremonia  de compromiso en el judaísmo? En la ortodoxia, todas las parejas pasan por  este paso previo. En el conservadurismo, otras generaciones lo hacían y, hoy, es una costumbre que se está recuperando.Un ritual de nuestra tradición que nos da la oportunidad de marcar ese momento en el que comenzamos a transitar  el camino al casamiento… ¿querés conocerlo?  Formalmente, tnaim o tenaim,  según la transcripción, significa “condiciones”,  ya que se establece un contrato entre pa rtes, provisorio, que luego se  reemplazará por la ketuvá. Que este contrato sea provisorio no quiere decir que no sea  vinculante: en términos halájicos (según la ley judía), el tnaim o compromiso  ya implica una obligación y, para  disolverlo, habría que recurrir a un divorcio, tal como si la pareja estuviera  casada.  Por lo general, el tnaim se  celebra ante un Rabino o Seminarista, aunque no necesariamente en el templo.  Es costumbre hacerlo en la casa de los  padres de alguno de los novios, tradicionalmente, de la novia.  En las comunidades más tradicionalistas, el padre de la novia es  quien dispone la fecha, el momento y las condiciones del tnaim, aunque, hoy en  día, casi todos los contratos de compromiso, así como todas las ketuvot, tienen  el mismo texto, con los mismos derechos y obligaciones para todas las parejas  (lo cual no era así en otros tiempos, en los que cada familia pactaba  condiciones especiales, dotes, etc.)   El tnaim es realizado por casi todas las parejas ortodoxas y, en  el movimiento conservador, algunas parejas también lo celebran. En algunos  casos, en la ortodoxia moderna y en el conservadurismo, si el compromiso no se  celebró previamente a la boda, se lo realiza simbólicamente el día del matrimonio civil, es decir, unos días antes  de la jupá.   Así como el novio rompe una copa al finalizar  la ceremonia de casamiento, bajo la jupá, es  costumbre que las madres de los novios rompan un plato durante el  compromiso de sus hijos.
 .jpg) El  significado es el mismo: recordar la destrucción del Beit Hamikdash, el Gran  Templo, teniendo en cuenta que, aún en los momentos de gran alegría, no debemos  olvidar la aflicción de nuestro pueblo. 
 Además, se suele decir que si “está escrito” que algo deba romperse, que sea ese plato y no la unión de la pareja.  Una costumbre más popular que religiosa es que, luego de romperse el plato, la novia reparta los trozos a sus amigas  solteras, como augurio de un pronto matrimonio (así como, en la fiesta, suele arrojarles  el ramo).
 
 A partir de celebrado el compromiso, los  miembros de la pareja ya son considerados jatán (novio) y kalá (novia). Es  decir, ya pueden empezar a imaginarse  bajo la jupá, porque ya han empezado a recorrer el camino que los llevará a unirse  de por vida…
 
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